martes, 27 de septiembre de 2016

Dime cómo son tus heces y te diré cómo está tu estómago


Todo lo que entra tiene que salir, es una frase que generaliza nuestro metabolismo. 
Una vez iniciado el metabolismo a partir de la de trituración de los alimentos, después la absorción y por último la eliminación (o excreción), es un proceso sumamente coordinado por parte de nuestro organismo.
En múltiples ocasiones, cuando era un niño, mi abuelo solía decirme que el origen de las enfermedades radica en el estómago, como consecuencia de tu mala alimentación. Actualmente sabemos que una enfermedad puede tener varios orígenes desde la infección por un virus, hongo o bacterias hasta la exposición a radiación. Aunado a eso, cabe recalcar que más del 50% de las enfermedades provienen a partir de desórdenes en la alimentación. Es decir, mi abuelo no estaba tan mal, después de todo.


En un aparato digestivo humano normal, un alimento puede pasar hasta tres días viajando por nuestro interior, es decir, desde que entra por la boca hasta que sale por el ano. Lo normal es defecar una o dos veces al día por una cantidad de aproximadamente medio kilogramo de excrementos diarios. Todo esto, claro, dependiendo del tipo de alimentación, la cantidad de comida ingerida y el funcionamiento de las tripas de cada cual.


El siguiente esquema es una manera simple de entender las partes centrales de nuestro proceso digestivo. 




¿Cuál es la composición de las heces?

Una curiosidad: el hecho de que los excrementos huelen mal no es por la descomposición de los alimentos como se suele decir, sino por las bacterias muertas: son microorganismos que viven en nuestro sistema digestivo (algunas 'buenas', algunas 'malas') y su descomposición -no la del alimento- es la que genera el olor.

























En cuanto a las formas de las heces.

Si tus heces se hunden como las piedras o tiramos bolitas que nos cuestan evacuar, es porque no hay suficiente fibra en nuestra alimentación o no se debe suficiente agua para lubricarlas.

Si flotan como pedazos de corcho y son difíciles de arrastrar al tirar la cadena, podría  ser porque no estamos absorbiendo la grasa que viene de nuestra alimentación. 

Los restos de comida en nuestras heces, es indicativo que no tenemos una buena masticación, por lo que el sistema digestivo no es capaz de la completa degradación. 
Se debe masticar 40 veces el alimento antes de la deglución. 


FUENTE:
http://www.nutricionencasa.com/
http://eprints.ucm.es/22755/1/Manual-nutricion-dietetica-CARBAJAL.pdf

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